viernes, 17 de abril de 2009

Prólogo

Tras recibir la paga por participar en las escaramuzas de Thunen, crucé la frontera de Nördren, un lugar bastante impresionante, era una fortaleza entre dos desfiladeros, el muro principal unía las paredes verticales de roca haciendo parecer que no había forma de pasar, al menos esa sería la impresión si no fuera por la puerta de madera custodiada por hombres armados que había en el centro del muro, era un lugar repleto de soldados, todos armados hasta los dientes, equipados con cotas de malla, y coraza de escamas; espadas, escudos, lanzas y arcos; la mayoría estaba entrenándose en el patio de armas mientras unos pocos realizaban las tareas rutinarias de los guardianes de frontera. Había mucha agitación, parecían estar preparados para la guerra a pesar de estar en paz con sus vecinos, aunque por lo que me han contado creo que tienen mas problemas en su propio territorio que en el exterior. Me habían dicho que en estas tierras tenían unas costumbres extrañas, pero que eran gentes guerreras y estaban en luchas continuas. Eso me venía bastante bien, al fin y al cabo, soy un mercenario.

En la siguiente ciudad tendré que guardar mis honorarios en algún lugar, era una cantidad bastante elevada para ir con ella encima, pero seguía sin ser suficiente para mis propósitos; a pesar de todos estos años todavía no había reunido una cantidad suficiente, tras pasar por estas tierras tendré que revisar los escondites que he dejado por los países en los que he estado, la cantidad ya debe ser bastante considerable, así que el resto lo reuniré en mi tierra. Esta carretera imperial esta destrozada, ¿Qué clase de barbaros dejarían que se destrozase una cosa que hace tanto bien a la gente?, ¿o acaso creen que no necesita ninguna clase de reparación?, en fin, se empieza a hacer de noche y tengo que buscar algún lugar en el que pernoctar, pero esto está desierto, seguiré caminando a ver si encuentro algo.

Tras largas horas de caminata veo una granja iluminada por faroles a lo lejos, es una típica granja con un granero pegado a un establo y la casa algo separada, no es un lugar muy grande además de que parece algo destartalado pero puede que allí me dejen quedarme a pasar la noche. Al acercarme, el granjero, un hombre muy flaco con ropa bastante raída por lo que se puede apreciar, me hace señales para que me acerque, parece que no me va a hacer falta ni discutir con él, me resulta extraño, pero estoy demasiado cansado para continuar caminando durante la noche, así que no estoy muy atento, quizá es por eso que no veo el arma, o quizá me he vuelto demasiado confiado con los años, el caso es que el puñal penetra en los huecos de mi armadura, el cabrón conoce los lugares donde apuñalar, ya lo ha hecho antes, el muy hijo de puta. Mientras caigo veo a la mujer del granjero sonriendo, ¿Cómo he podido ser tan estúpido?, tendría que haber estado atento, no sé cómo ha podido pasar, antes de perder la conciencia oigo el sonido de cascos de los caballos, con un poco de suerte serán soldados, o puede que asaltantes, o a lo mejor asesinos, cualquiera me vale con tal de que los maten…

2 comentarios:

  1. Hola Crsh!
    Precisamente ahora me encuentro leyendo canción de fuego y hielo y tu relato se sumerge d lleno en la fantasía.

    Te daría un par de consejos si tienes bien a aceptar de alguien que aunque no es un experto ni mucho menos, si ha aprendido algo acerca de estos temas.

    Te aconsejo que cuando relates, hazlo hablando del héroe/protagonista en 3ª persona, ya que el enfoque que le das ahora mismo, es muy "ROL" y quizas dentro del genero de la fantasía pueda chocar un poco. el lector de esta manera, también puede sentirse mas identificado.

    Por ejemplo, para esta historia en cuestión, puedes narrarlo a través de un antiguo escriba, o un hechicero que conoció al protagonista en su juventud, y esta relatando la historia para las generaciones venideras, o simplemente, se las cuenta al hijo del protagonista. Tu mismo.
    sobretodo disfruta escribiendo que es de lo que se trata.

    Animo!

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  2. Tu forma de dar detalles hace que resulte fácil imaginarse el paraje y ambiente; seguiremos leyendo.

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